martes, 16 de diciembre de 2014

Cayesh El encuentro

Por Daniel Navarro
Agosto de 2014

No recuerdo bien cuando fue la primera vez que escuche acerca del Cayesh supongo que fue en una de esas largas conversaciones donde se hablaba de números y letras que reflejan la dificultad de las vías, todo nos sorprendía pero recuerdo haber pensado "algún día".


Cada año que vuelvo a los Andes trabajo unas semanas guiando y dejo unos días para algún proyecto pendiente para el cual he entrenado durante el año, esta vez quería ir ahí. A decir verdad el año pasado mientras escalaba la pared de roca final en la Este del Vallunaraju pensaba en la posibilidad de ir al Cayesh.

El nevado Cayesh es una de las montañas más difíciles de los Andes posee una pared vertical de 700m que en algunos tramos se desploma y hace que sea un gran reto.Todo en el Cayesh es difícil.


Esta vez creo que nos pasamos de ambiciosos o tal vez confiamos demasiado en nosotros mismos pero creo que nuestro plan de abrir una nueva vía en una jornada Non-Stop desde el Campamento Base y en un lapso de 4 días incluyendo el acercamiento y la salida de la quebrada resultaba difícil y poco creíble aunque no para nosotros que pénsabamos en la posibilidad de éxito sin embargo el no encontrar el camino correcto a la entrada del glaciar (que nos mantuvo dando vueltas el segundo día) y la dificultad de la pared que nos sorprendía a cada largo fuerón acabando con el tiempo previsto y pronto vimos que no seria en esta temporada el ascenso a la linea planeada, así que comenzamos los rapeles y no dijimos adiós si no hasta luego.

Solo rozamos unos cuantos metros de esa increíble pared y pudimos comprobar la dificultad de la que hablaban los "grandes" ahora volvemos con mas experiencia y con el conocimiento necesario para volver a esa pared que se asoma en cada entrenamiento y nos recuerda que hay que dar una subida más, unos kilómetros más y un búlder más por que la siguiente temporada nos veremos de nuevo, gracias Apu Cayesh!!!!

Cordada compuesta por Fabiola Pineda, Alfredo Perea y Daniel Navarro.





jueves, 26 de junio de 2014

Vallunaraju 5686m Pared Este 500m

Por Daniel Navarro

Agosto de 2013

Han pasado casi diez años desde mi primer visita a la Cordillera Blanca, tengo un gran aprecio por la gente de Huaraz y por sus montañas donde he encontrado la oportunidad de mejorar como alpinista; cada año que vuelvo el sentimiento es idéntico, una especie de fascinación mezclada con miedo y ganas de escalar.

En esta ocasión tenía ganas de volver y liberar algunos recuerdos en una Cara poco visitada del Vallunaraju. Ya había estado ahí y a decir verdad no la pase muy bien -por ser mi primer viaje a estas montañas-, escalé de segundo en la cordada todo el tiempo, pase mucho frío y miedo, la falta de experiencia y de un entrenamiento especifico se hicieron presentes en esa escalada donde terminamos la vía pero quedamos a unos metros de la cumbre por la prisa de bajar por la ruta normal y recuperarnos en un terreno más seguro.

Los años pasan y con ellos: cumbres, fracasos y aprendizaje; recuerdos vivos que me hacen volver a esa solitaria pared de 500 metros e intentar forzar algunos tramos de roca verticales que sabía existían en la parte alta.

El viaje se armó y mi compañero de cordada sería Franco Gualdi un chico de 17 años que ha evolucionando rápidamente como alpinista y a quien entreno en el gimnasio donde trabajo. En enero escalamos el Chimborazo en 5 horas y escaló el Mckinley un par de semanas antes de llegar a Huaraz; así que no fue difícil convencerlo del proyecto en la Pared Este del Vallunaraju con la idea de probarse en algo más técnico y continuar ganando experiencia.

Después de un ascenso rápido al nevado Pisco para aclimatar nos embarcamos en el proyecto; para llegar a la Cara Este del Valluna tienes que rodear la montaña, subir hacia la ruta normal y antes de llegar a las terrazas donde normalmente se acampa se camina horizontalmente hacia la derecha rumbo al Ocshapalca buscando el camino más evidente en la morrena, nuestro campamento fue en un canalón de hielo que abre paso al collado donde se encuentra la Pared Este, pasamos la noche ahí porque es más fácil encontrar agua.

      

La alarma del reloj sonó y salimos a las 2 de la mañana con la idea de movernos ligeros y rápido para bajar por la ruta normal antes de que anocheciera, cargamos las mochilas dividiéndonos el peso: 3 litros de agua, 6 barras energéticas, una cuerda de 60m, 4 tornillos de hielo, 2 estacas, 5 clavos diferentes y un rack de 9 levas con algunos stoppers. Escalamos el corredor de hielo y continuamos caminando a través de una morrena hasta la base de una rampa claramente visible a la izquierda de la pared, ahí es donde comienza la escalada real; sacamos la cuerda y nos movimos en simultaneo en terreno más o menos fácil con tendencia a la derecha hasta llegar a una sección mas vertical. Escalé de primero buscando el camino mas obvio, la vía transcurría entre bloques sueltos y pequeñas rampas de hielo, uniendo una serie de terrazas de roca hasta la mitad de la pared, después se encuentran tramos más verticales con pocas posibilidades de proteger sin embargo pude montar un par de buenas reuniones.


Mientras el día avanzaba, el mal clima se hacía presente. Comenzó a nevar y se hizo de noche, podíamos ver a la izquierda el collado que separa las dos cumbres del Vallunaraju y calculamos estar a unos 3 largos de la cumbre, ya había estado ahí y en aquella ocasión salimos por ese collado a la arista que lleva a la cumbre pero esta vez realmente estaba disfrutando el momento y continúe escalando a la derecha directamente a la cumbre con la idea de ascender los últimos tramos más verticales -mi proyecto personal- de pronto ya no veíamos nada, las linternas frontales solo iluminaban la neblina que nos envolvía y la nevada se hizo más intensa, buscábamos la experiencia y la encontramos. No podíamos parar por que nos enfriábamos y escalar así se hizo complicado, yo estaba renunciando al objetivo principal ya que no avanzamos mucho pero regresar y tratar de salir por el collado seria más complicado porque no veíamos donde estábamos y ya habíamos trepado un largo muy difícil.

       

Decidimos vivaquear en una buena repisa y aferrarnos con la poca ropa que traíamos, pasamos la noche titiritando y temblando alternadamente, sin agua ni comida, las cosas se habían complicado, estaba sufriendo y recordé que esto era lo que deseaba y a la vez lo disfrutaba. Recuerdo mucho la ultima hora antes del amanecer donde los minutos parecieron horas y nunca había sentido tanto frío en mi vida -creo que Franco tampoco-. Con los primeros rayos de sol la temperatura aumentó, nos calentamos enredando y desenredando la cuerda una y otra vez, estábamos bajo una pared que tenía unos 55 metros comencé a escalar buscando una línea por donde subir, avance a través de lo que creo fue un 5.10ª/b que terminaba en unos grandes bloques sueltos. Franco subió y logramos un largo mas de hielo, añadimos 2 largos en una rampa de nieve azúcar y salimos caminando directo a la cumbre principal! Me sorprendió ver una gran grieta donde otros años me paraba a tomar la foto de cumbre... Tomamos un par de fotos y llamamos por celular a Huaraz para avisar que lo habíamos logrado; nuestro descenso fue por la ruta normal del Valluna, tuvimos que apresurarnos debido a nuestro retraso, ya se habían movilizado algunos amigos de México y Huaraz que se habían preocupado por nosotros.


Quiero agradecer infinitamente a Milagros Castillo y Mila Palacios quienes siempre me han apoyado en mis vistas y han estado al pendiente todos estos años.

viernes, 24 de agosto de 2012

La pasión que no se acaba

Por Daniel Navarro

La idea de escalar mas duro en roca puso a prueba todas nuestras capacidades físicas y psicológicas o al menos así creímos cada vez que intentábamos una vía difícil y fracasábamos... Entrenábamos duro y no era suficiente, también compramos todos los libros de entrenamiento que hay, nos desvelamos viendo vídeos y buscando el "secreto" de los grandes maestros de la dificultad, el cual  nunca apareció (o al menos no lo encontramos). Al final aprendimos mucho sobre el enfoque, la motivación y la pasión...

La verdad pensé que seria mas fácil llegar a escalar 5.13´s siempre pensé en este numero como referencia de un grado optimo para afrontar escaladas en altitud y creí que si tenia la idea de ser un escalador completo no bastaba con ir a las montañas y seguir buscando vías donde la condición física fuera suficiente, si bien es cierto que es difícil encontrar semejantes dificultades y afrontarlas en condiciones de montaña, también es cierto que con este grado vas algo "sobrado" cuando se trata de superar pasajes rocosos. Hace unos años, después de un par de ascensos un poco técnicos decidí que era importante dedicar mas tiempo a escalar en roca y aprender sobre técnicas especificas de progresión en paredes grandes, la verdad no fue tan difícil aprenderlas, lo realmente complicado fue la escalada misma. 

Ahora pienso y creo que es mas fácil tener una buena condición física para ascender montañas que conseguir un nivel aceptable en escalada -un día encadenas una vía dura y al otro día fracasas en otra del mismo grado o mas fácil-  Lo peor es cuando la intentas una y otra vez, entrenas y entrenas y simplemente no te sale!!! A veces no solo es cuestión de fuerza y motivación... Aprendí que es un proceso y que la escalada es evolutiva, tienes que ir adaptando tus tendones y habilidades, a que la mente forma un papel importante. Recuerdo cuando escale mi primer 5.12 estaba feliz y rápidamente llegaron a mi cabeza nuevos proyectos -el horizonte se había ampliado- y surgieron un par de viajes en compañía de mis amigos, queríamos mas... Dejamos a un lado las expediciones de montaña para ir a las paredes y cuando vimos el mítico 5.12 en las guías, dejamos de intimidarnos, sabíamos que aquellas vías nos darían el nivel necesario para aumentar las posibilidades de éxito en aquellas montañas y vías que tenemos como proyectos. 

Sin embargo cada vez quieres mas y cada uno de nosotros tuvo que encontrar su propia motivación y objetivos, dejamos de escribir en los foros y actualizar paginas, las cuales en realidad solo fueron pretexto para motivarnos y compartir una visión en la cual siempre hemos creído. Me gustaría decir que en estos meses abrimos una vía o rompimos un récord pero la verdad es que conseguir escalar 13's  fue algo muy difícil y aunque no dejamos de entrenar en la montaña, los fines de semana le dimos prioridad a la escalada en roca. Yo pase unas semanas en Yosemite y los grandes proyectos con los que fui en mente se desmoronaron cuando me trepe a un 5.9  y vi que "no era tan fácil como pensaba -mejor no les comento lo que sentí en un tramo de artificial de A3+...- Fueron pasando los días y las cosas mejoraron un poco, aprendí humildad, ética y un poco mas, así como una parte que no habia experimentado sobre el control del miedo.

También regrese a los Andes Peruanos solo que esta vez a trabajar como guía y con un itinerario algo apretado así que aunque no pude quedarme a escalar algo mas duro, fue un viaje que devolvió la motivación y me mostró una forma mas real de conseguir dinero para financiar algunos proyectos y mantenerse entrenado. El camino es difícil y largo cuando se trata de prepararse para afrontar grandes escaladas, pero quiero decirles que aun nos quitan el sueño un par de montañas y no nos hemos desviado del objetivo, a veces se me retuercen las tripas cada vez que veo en foros y paginas proyectos de montaña carentes de pasión y compromiso así como criticas de personas que solo alardean y viven de viejas glorias. Y por si fuera poco ahora hay que luchar con personas que con mentiras buscan patrocinios haciendo mas difícil la forma de conseguir algo de apoyo para proyectos reales.

Hoy tome la carpeta de proyectos y como hace 3 años el -horizonte se ha ampliado- y no se si es el efecto de la cafeína en mi cerebro o estas fotos de montañas con lineas marcadas que me hacen decir que nos veremos pronto...



viernes, 23 de abril de 2010

Escalando el Gigante...

Por Fabiola Pineda

¿El Gigante?... ¡Va, deberiamos ir! -Conteste a la propuesta de Daniel para los proyectos de este año.

Analizamos las rutas y los topos, una cosa era cierta: no teníamos el nivel. No obstante, esta era la experiencia que necesitabamos para hacer realidad esas escaladas que anhelabamos. Escalar en un lugar remoto, pasar hambre, cansancio y trabajar con cierta logística, no sonaba nada diferente a lo que vivíamos durante los viajes a la montaña; pero escalar en roca 5.12d con fluidez sería más difícil. Teníamos 5 meses para subir nuestro grado 5.11c al 5.12d!


Mucho tiempo creí que para escalar montañas altas y difíciles no era necesario escalar 5.12 pero la realidad es que esa mentalidad sólo freno algunas de nuestras ambiciones. Así fue como El Gigante se convirtio en el pretexto perfecto para entrenar y forzar nuestros límites.


-¿Por qué El Gigante?- Me preguntaron un día, cuando revisábamos los ultimos detalles de la escalada. "Porque es la pared más alta de México" respondí. Me sorprendia que a casi 9 años de la apertura de una de las vías deportivas más altas y difíciles del mundo, tuviera tan pocos ascensos y ninguno femenil mexicano. La idea de ser la primera mujer mexicana en escalar El Gigante, me animaba aun más. Logical progression (Grado VI, 5.12d, 28 largos 900m) fue la vía que elegimos, así que volamos a Chihuahua al norte de México, el 1 de abril.

Después de 2 hrs. en avión y de 6 en autobús llegamos a Basaseachi, donde conocimos a Don Raúl, quien fue nuestro guía para alcanzar la pared. Caminamos durante 7 horas a través de arbustos y cañadas con todo el equipo en nuestras espaldas y pronto nos vimos contentos a los pies del gran Gigante. Nuestra estrategia consistía en trabajar en dos cordadas de dos integrantes, mientras 
unos escalaban y fijaban cuerdas otros costaleaban las provisiones y equipo necesario para los vivacs, alternariamos los roles y así todos tendriamos cosas que hacer. La escencia del éxito en esta escalada seria el trabajo en equipo y la desición de completar la ruta para salir por la cima. Donde una camioneta nos recogeria en una terraceria cercana para llevarnos de regreso al pueblo de Basa.

Empaquetamos comida, agua, chamarras, bolsas de dormir... y sin darnos cuenta, el costal de pared estaba lleno. Maldición! La falta de experiencia y la extrema precaución nos jugaba una mala pasada, tuvimos que limitar primero el agua, -afortunadamente en esta temporada la pared disfruta de sombra la mayor parte del día-, lo segundo fue la comida y al final la ropa, que en realidad sólo era una chamarra de pluma extra. Por fin teníamos un costal de pared decente.

Al día siguiente nos levantamos temprano y ascendimos hasta la base de la pared, ubicamos la vía, dejamos el costal y escalamos los primeros 4 largos. Para sorpresa nuestra los rumores eran ciertos: las protecciones estaban muy alejadas y la incertidumbre crecía a cada metro que avanzabamos, llegamos a la reunión del 4to. largo y fijamos la última cuerda. Regresamos a descansar al CB.

Amaneció e inicio el trabajo, ascendimos por las cuerdas fijas del día anterior, nuestra poca experiencia en gran pared nos hacia avanzar lento con el costal. Sin darnos cuenta nos ganó la noche y solo habíamos avanzado 3 largos más, montamos el primer vivac a 210m. Al paso que ibamos tardariamos una eternidad y aún no llegabamos al primer 5.12d que nos aterraba.

Inició el segundo día, pronto depurariamos nuestro sistema de ascenso y avanzamos más rapido hasta alcanzar el duro y esperado 5.12d. Afortunadamente estaba bien protegido y entre Daniel, Juan y yo escalamos este largo hasta llegar a la reunión. Ese día nos arrepentimos de no haber pospuesto El
Gigante hasta que escalaramos 5.13, era demasiado tarde para eso y veníamos por todo; Adrián como era costumbre nos alegró con su buen humor mientras tendiamos las hamacas. ¡Y eso que habia luchado en una travesía con el costal!

Avanzabamos de 5 a 6 largos por día, mientras más subiamos habia más travesias difíciles de costalear y jumarear, más techos, más dificultad, incertidumbre, miedo y rife pero con un recorrido impresionante entre diedros, techos y grietas, los vivacs muy aéreos con un cielo estrellado en medio de un lugar increíble. La cuarta noche estabamos en el largo 20 con poca agua y casi sin comida, una vez más tuvimos que limitar las raciones y tirarle con todo al siguiente día para recorrer los últimos 8 largos. Nos despertamos con el primer rayo de luz y concentrados en salir ese día, nos movimos con todo...

Juan y yo llegamos a la cumbre poco antes de oscurecer (19:30), Daniel y Adrian que traian el costal fueron los ultimos, ya de noche. Llamamos por celular al Rancho San Lorenzo para que fueran por nosotros en la camioneta pero como la cumbre esta rodeada de caídas y desfiladeros, nos recomendaron pasar una noche más en la cima y caminaramos con luz de día para encontrar el sendero. Esa noche bebimos los últimos dos litros de agua que quedaban y felices pasamos una noche más, con una enorme sonrisa en el rostro por haber escalado El Gigante.

El resutado: 5 días en pared con 900m de recorrido y 28 largos, dificultad máxima 5.12d. La primera mexicana en escalar el Gigante. Y mucho, muchísimo aprendizaje en la pared más alta de México: el Gigante.


domingo, 16 de agosto de 2009

Huamashraju "La montaña del miedo"


Por Daniel Y Fabiola


El nevado del miedo?... Ahhh no creo, fue nuestra expresión cuando nos dijeron el significado de Huamashraju en Quechua, una montaña poco frecuentada de la cordillera blanca de Peru, pero muy cercana a Huaraz -pueblo de donde parten todas las expediciones a esta cordillera-.



Decidimos escalar esta montaña luego de encontrarnos con días de mal clima que impedian otros de nuestros objetivos. La idea sería escalar una vez más, rápido y en el menor tiempo posible para aminorar el peso en nuestras mochilas y así avanzar más, sólo power gel y barras para comer, así como un par de quesadillas con sopa que prepararíamos en el Campo Base, 2 días para ir y regresar hasta Huaraz... Pronto estuvimos en el campamento base, salimos con lo necesario para ascender por la ruta normal que transcurre por la arista, sin embargo, llegando a la base de la montaña vimos la cara vertical que corre de frente a ella, lo pensamos un poco y decidimos intentarlo por ahí, nuestra sorpresa fueron 4 largos de 60m bastante verticales y con un par de tramos de mixto que resolvimos gancheando y traccionando con los piolets en uno que otro paso.



La cumbre era increíble una pequeña aguja en medio de los Andes, sin embargo la mayor aventura fue el descenso, colocar buenos rapeles fue casi imposible y en cada uno vimos como las estacas saltaban al cargarles peso debido a la nieve poco consistente, el ingenio fue parte del descenso, como la roca con una cinta anudada que sirvio de empotrador en el segundo rapel. El resultado, 4 rapeles de miedo, equipo abandonado y una travesia de destrepe en libre para bajar de aquella montaña, la cual nos había confirmado su significado.



Ya en Huaraz preguntamos sobre la graduación de la vía y la respuesta nos desconcertó: Ustedes digan nadie se sube por ahí, por que el hielo no es muy bueno...



viernes, 7 de agosto de 2009

Ranrapalca 6,162 msnm

Por Fabiola Pineda


Que si vamos, que siempre no... la salida de México era un caos y mientras la temporada de escalada en Perú avanzaba, nuestro sueño se desmoronaba... Tanto entrenar y para que? Ahora el entusiasmo estaba por los suelos...


Por fin salimos de esta complicada ciudad y los días pasaron rápido, de pronto nos vimos en el Campo Base de la Quebrada Ishinca con el ánimo y la ambición a tope. Esa misma noche salimos para aclimatar en el Toqllaraju de 6030m, una fuerte nevada y un accidente dos días antes hizo que fueramos la única cordada ese día, sin embargo tuvimos que ascender por la ruta normal y unos metros antes de la cumbre regresar, debido a una gran grieta que nos impedia pararnos en ella...



Descansamos un día y el objetivo real era el Ranrapalca que es muy poco frecuentado debido a su dificultad y exposición, planeamos muchas estrategias pero al final decidimos arriesgar todo por el "rapido y ligero", escalariamos toda la noche y con eso minimizariamos el riesgo de la caída de seracs y avalanchas por las nevadas anteriores. Salimos a las 10:30pm con el equipo repartido en los 3 integrantes de la cordada, nos acercamos con tenis y sólo 1 litro y medio de agua con red bull por persona, nos moviamos rápido y llegamos al collado como a las 2 am. Comenzamos a escalar la Cara NE por donde vimos posible, sin embargo no creímos nuestra suerte... había penitentes en los tres largos de rampa de 65 grados y pudimos hacer todo en simultáneo y con las grietas tapadas, era increible! sólo faltaba lo más duro un mixto con un serac en los 

extremos.


Juan escaló ese tramo en unas condiciones bastante expuestas por fin terminó la ruta y la cumbre a unos pasos era espectacular... "Venimos a escalar y ya lo hicimos, vamonos antes de que se caiga esta madre y no podamos ir a otra" dijo Daniel, mientras veíamos como la temperatura aumentaba con el sol de la mañana. 


Fueron 3 largos rapeles donde tuvimos que abandonar equipo y destrepamos otro poco, hasta el collado donde por fin nos sentimos seguros. Fue un largo descenso pero me encanta la cara de las personas que me preguntan de que montaña vengo...


domingo, 1 de febrero de 2009

Chimborazo 6,310m

Ecuador, enero 2009
Por Fabiola y Daniel


Después de cinco aterradoras horas en el vehículo que contratamos en Quito, llegamos al Refugio de los Hermanos Carrel ubicado a los 4,800msnm en las faldas del Chimborazo…

Venimos a Ecuador con la idea de escalar esta montaña por la vía directa; la cual tenía varios años sin ningúna repetición. Dos días antes habíamos estado en el Cotopaxi y el mal clima que azotaba las montañas hacia que los escaladores y guía locales decidieran no avanzar, por lo que en el Cotopaxi abrimos huella, la 
falta de visibilidad nos hizo perdernos una que otra vez pero escalamos por donde creímos hasta alcanzar la cumbre. Al final de la jornada teníamos el orgullo alto por haber sido los únicos en escalar en esas condiciones, no obstante el objetivo real esperaba, era el Chimborazo que con sus 6,310 msnm es la montaña más alta desde el centro de la tierra.

El plan era subir sin encordarnos y lo más ligero posible desde el Refugio, partimos a la 1 de la mañana con sólo lo indispensable pero con la cuerda en la mochila en caso de que las cosas se complicaran. Juan Martínez y Juan Carlos Piña escalarían juntos y llevarían una cuerda, Fabiola Pineda y yo (Daniel Navarro)llevaríamos otra, así como algunos tornillos y una estaca que formarían el equipo colectivo.

Comenzamos a caminar y pronto llegamos al refugio Whymper ubicado a 5,000 msnm; continuamos en línea recta hacia el glaciar, no veiamos mucho debido al clima cerrado y la nevada y por un segundo dudamos en seguir con la idea original, sin embargo conforme avanzabamos el clima mejoraba y por fin pudimos ver la rampa de nieve en la que estabamos metidos, escalamos por algunos tramos mixtos y por franjas de glaciar escoltadas por cascadas de hielo, la verticalidad aumentó y nos seguimos moviendo sin encordarnos, realizamos un par de destrepes para comunicar algunos canalones de nieve y evitar un mixto bastante expuesto. Hasta que llegamos a una zona de nieve
azúcar donde los piolets y crampones no servían de nada, continuamente nos resbalábamos y comenzaban a caer placas completas; fue cuando emprendimos una travesía hacia terreno más seguro sin éxito, atravesamos un mixto y llegamos a la parte final de una arista. Ahí nos encontramos a algunos escaladores con guías que venían de regreso -según ellos, creían que el acceso a la cumbre podía venirse abajo en una avalancha debido a las nevadas anteriores- hicimos caso omiso y avanzamos abriendo huella durante 2 horas más.

Afortunadamente el clima había mejorado y el sol hizo que el frío disminuyera así que avanzamos turnando la apertura de la huella -una labor desgastante-. Finalmente llegamos a la cumbre, tomamos las fotos de rigor y bajamos por la vía normal, en conclusión no terminamos la vía directa debido a las nevadas anteriores, sin embargo una vez más quedamos muy contentos por haber sido los únicos en llegar a la cumbre del Chimborazo.
Un día después y motivados por lo anterior fuímos por la pared Este del Illiniza norte que con el peor clima nos resultó en una bonita escalada entre rocas y hielo hasta los 5,110msnm que tiene su cumbre.



Agradecemos el apoyo de Oakley y Centro qi por hacer posible este viaje.